«Pensar En Sostenible»

Por Humberto García. Director Instituto Chileno de Políticas Públicas.
Sustentabilidad y sostenibilidad, son conceptos que nos refieren a la capacidad de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las posibilidades de las generaciones futuras. Esta definición es tan armónica y suena tan bien, que casi todos los discursos de futuro, terminan incorporándolos en su estructura.
En principio, un contexto así es muy positivo para la causa de la sostenibilidad, pero ineludiblemente, implica el riesgo de convertirse en un slogan para el aplauso fácil. Lo concreto es que los conceptos de sostenibilidad y sustentabilidad están vigentes, bajo un enfoque holístico que les permite abarcar aspectos ambientales, sociales y económicos.
Pensar en sostenible implica tomar decisiones conscientes que minimicen el impacto ambiental negativo y potencien los impactos sociales positivos; logrando además desarrollo económico. Recordemos frases recurrentes; La conservación de la biodiversidad, los ecosistemas naturales y la calidad del aire y del agua son fundamentales para mantener la salud del planeta. Adoptar prácticas sostenibles es esencial para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos devastadores del cambio climático. Transitar hacia fuentes de energía renovables y promover estilos de vida más sostenibles son pasos cruciales.
Me pregunto si todos las entendemos y vivimos realmente. Como dijimos más arriba, «Pensar en Sostenible», implica hacerse cargo del enfoque holístico que incluye las temáticas sociales, ambientales y económicas. En esta mirada, la sostenibilidad busca la equidad en el acceso y uso de recursos básicos como el agua potable, la alimentación y la energía, reduciendo disparidades económicas y sociales. Lo anterior, no es magia, se necesita educación, empatía y colaboración. Es importante destacar que las prácticas sostenibles aumentan la resiliencia de comunidades y economías frente a desastres naturales. De esta forma, diversificar fuentes de energía y construir infraestructuras resilientes son aspectos claves, pero necesitamos que exista el compromiso de todos los actores de la sociedad.
En el marco de lo expuesto, la economía circular surge como acciones asociadas a la sostenibilidad. Inspirado en reducir, reutilizar y reciclar materiales en lugar de seguir un modelo lineal de producción y consumo, se plantea como una forma de pensar en sostenible pero hoy muy lamentablemente de aplauso fácil.
No haremos acá mención del marco legal y de la normativa que está acompañando a este proceso de pensar sostenible, creo que ha sido suficientemente debatida y altamente riesgosa. En mi opinión, pensar sostenible es una responsabilidad compartida. Cada pequeña acción cuenta. ¡Juntos podemos construir un mundo más sostenible para las generaciones futuras!
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